Guerra de soldaditos

Triste final, triste comienzo, amargo deambular el del soldadito de turno de un bando y de otro contrario. Como en un juego macabro, con la certeza de que no volverá siendo el mismo y con la inseguridad incluso de si regresará, va avanzando moviendo sus fichas, tirando sus dados, con más o menos suerte. Suerte única de vivir, esperanza única de volver. Despiadadas órdenes de avanzar, infortunadas directivas de resistir, todo con el objetivo de lograr la paz. Hacer guerra para lograr la paz. Por qué no dar el paso inverso de vivir la paz para evitar la guerra. Sería bueno, ¿no?

Dios nos bendiga y proteja

En el nombre del Padre, amén.