domingo, 24 de noviembre de 2019

Seamos eficientes

Pensemos en comida para todos.
Imaginemos que los supermercados en lugar de desechar comida le alcanzan un servicio a los más pobres distribuyendo la comida vencida el día anterior que ya no tiene calidad pero bien puede servir para calmar el hambre de la gente sin ingresos y marginada porque todavía son aptos para la salud y vida humana.
Imaginemos una fundación sin fines de lucro con el nombre del super ubicada por lo menos en tres comedores sociales para indigentes y con personal a cargo del municipio o gobierno de cada ciudad. (y de paso encontramos por lo menos trabajo para cuatro personas a cargo de cada comedor). Un certificado de Anses identificaría a las personas aptas para el comedor.
¿Y si en lugar de ver los indigentes, los miramos?
¿Y para dar un pasito más, no les gustaría un delivery de verdulería con frutos y verduras frescas de calidad, tipo huerta? (¿Y si le brinda el municipio a los indigentes una educación terciaria orientada a emprendimientos de huerta y granjas en terrenos municipales y mientras tanto tienen comida por tres años para enfrentar los estudios y luego dejan de ser indigentes para ser cuentapropistas?) (¿Y si también capacitan gente para jardinería en el mantenimiento de jardines hogareños?) Y los frentistas aumentarían su calidad de vida y tiempo libre dándoles trabajo a esos jardineros, para cortar césped o paisajismo o el simple podado de plantas.
Y volver a la huerta o la granja sería beneficioso para la salud de la población.  Y los super y verdulerías barriales podrían ofrecer estos productos de excelente calidad comprándolos ahí. Y las verdulerías podrían ofrecer como servicio al cliente delivery. (Incluso mediante una app para que el cliente compre).
Tip: y si se innovara y los servicios hogareños se ofrecen por app en todos los rubros, o una app por especialistas en informática con una oferta multirubro.

Dios nos bendiga y proteja
En el nombre del Padre, amén



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